Cuánta desdicha se siente al comprender
“nos queremos y somos diferentes”;
tanto que de forma lateral
lo llevamos en secreto, pulsándonos la mente.
Por más que diligentes transcurramos
fascinaciones notorias, embelesos ardientes,
siempre faltará algo, reclamando
el querer comprendernos “consecuentemente”.
La convivencia, junto al tiempo…
cruel e indefectiblemente, velan los encantos
de “un amor imposible”… jurado para siempre.
Es vano “pretender mezclar agua y aceite”,
utopías de “ese iluso y tierno amor”
negándose a pensar… que somos diferentes…
Aldo Antonio Escobar
aldoescobar2008@yahoo.com.ar