11 del 11 del 10, al cumplir 67, se me ocurre sorprenderlos,
comentarles, cual “sainete”, acudiendo a la memoria
una parte de la historia que me ha tocado vivir.
No es difícil para mí, al contrario, “noto grato”
brindarles en el relato, algo de este parecer…
Escéptico, preguntándome si aparecerá la ciencia
explicando, en mi conciencia, ¿qué vine a este mundo a hacer?
Desde chico cuestioné, sobre el por qué de las cosas,
recibiendo, generosas respuestas de la Natura;
contenedora, madura, en las “verdades del ser”,
pues nos dispone al nacer, enfrentarnos con la vida,
realizando “la movida”, cual un juego de ajedrez,
en la sociedad “Non sancta” que busca la imposición
“de estructuras perimidas”,
sin contar con la salida, que la inteligencia da,
del cerebro en el pensar, por qué suceden las cosas,
con la actuación venturosa, que pueda desarrollar.
“Por eso, gracias a mí”, crecí bastante rebelde;
al criterio que pretende, “el humano es una cosa”,
obediente y temerosa, a lo sobrenatural,
debiendo subordinar, sus inquietudes curiosas;
por ejemplo preguntarse “¿quién soy, por qué estoy viviendo?”…
Sin anotarse en “el cuento”, si Dios lo quiso, aquí estoy,
buscando en lo espiritual lo moral de las vivencias,
creyendo las evidencias que la experiencia nos da,
cuestiono… la religión, ¿es verdad?... El presente la destroza,
llevándola a sentenciosas “versiones del no va más”;
en todo el mundo es igual, hoy nos deja sus vestigios,
malestar y desprestigio de “antigua actitud teatral”.
Fragmentándose los credos, mostrándonos un remedo
“de lo que fue contención”…
Junto a la Declaración de los Derechos del Hombre,
a ninguno nos asombre, “sólo quede en la mención”,
depende de la nación, que distribuya el derecho,
si es primer mundo, o tercero…. Cambia la adjudicación….
Por eso, preste atención aquel que estos versos lea,
quizás le sirva de idea “ponerse a filosofar”
qué cosas están pasando en un mundo desparejo,
donde el hombre quiere usar, su semejante sin ética,
produciéndose reclamos en “la justicia social”,
y por sumar capital, avaro deja la vida,
en los riesgos que motivan “lacras de esta sociedad”,
perdiendo al especular “la cultura del trabajo”.
Angustiada, la familia, sufre un marco de orfandad,
esta crisis se aprovecha por audaces postulantes,
proponiéndose arrogantes, la miseria gobernar,
pudiéndose observar “llegada de los políticos”,
formándose ambientes críticos en el candor popular.
Quiera la suerte lograr, “un patriota” quizás venga
sin intereses mezquinos, a dirigir los destinos
de la actual comunidad.
Consecuente, “el ciudadano”, necesita “al dirigente”,
y en él, alguien que lo ayude sin anular sus derechos
de libertad e igualdad,
preocupándose en su mente, “del bienestar general”,
aunque digno es de notar diferencias insurgentes,
los llevan a que se enfrenten a “la inquietud popular”,
reclamando “esa verdad”, que al humano corresponde
sólo por haber nacido.
El dirigente atrevido preténdesela negar,
simulando gobernar, para todos con respeto,
“pero siguiendo el libreto que otros intereses dan”,
sin quererlo, fui a parar, al tema de “la política”,
con dilemas que critican “si es corrupta y eficaz”,
“u honesta y poco eficiente”, al servicio de la gente
“con el poder de votar”.
Ejemplos no han de faltar, acudan a sus memorias,
discurriéndolo y pensando, tal vez queden meditando,
…¿Por qué yo no soy igual?...

Aldo Antonio Escobar
aldoescobar2008@yahoo.com.ar